31 agosto 2007

Dueñas



Las dueñas han sido unos de los personajes más fantasmagóricos y curiosos de la nobleza decadente medieval, prácticamente se extinguieron con la edad media o más bien su puesto lo ocupó otro tipo de servilismo. Las dueñas normalmente procedían de familias nobles arruinadas o de bajo estatus que eran acogidas por otros nobles para encargarse de varios servicios en su casa, desde el asesoramiento, dirección del servicio, organización de fiestas, educación, hasta la simple compañía. Popularmente tuvieron muy mala prensa y son numerosas las referencias literarias a esa mala fama. Evidentemente pasar de la nobleza a servir es duro y esta situación se reflejó en su trato con el populacho. Cervantes con una gran ironía retrató la imagen y carácter de las dueñas:

"Suma era la alegría que llevaba consigo Sancho viéndose, a su parecer, en privanza con la duquesa, por que se le figuraba que había de hallar en su castillo lo que en la casa de don Diego y en la de Basilio, siempre aficionado a la buena vida; y así, tomaba la ocasión por la melena en esto de regalarse cada y cuando que se le ofrecía. Cuenta, pues, la historia, que antes que a la casa de placer o castillo llegasen, se adelantó el duque y dio orden a todos sus criados del modo que habían de tratar a don Quijote; el cual, como llegó con la duquesa a las puertas del castillo, al instante salieron dél dos lacayos o palafraneros, vestidos hasta en pies de unas ropas que llaman de levantar,de finísimo raso carmesí, y cogiendo a don Quijote en brazos, sin ser oído ni visto, le dijeron:
-Vaya la vuestra grandeza a apear a mi señora la duquesa.
Don Quijote lo hizo, y hubo grandes comedimientos entre los dos sobre el caso; pero, en efecto, venció la porfía de la duquesa, y no quiso descender o bajar del palafrén sino en los brazos del duque, diciendo que no se hallaba digna de dar a tan gran caballero tan inútil carga. En fin, salió el duque a apearla; y al entrar en un gran patio, llegaron dos hermosas doncellas y echaron sobre los hombros a don Quijote un gran mantón de finísima escarlata, y en un instante se coronaron todos los corredores del patio de criados y criadas de aquellos señores, diciendo a grandes voces:
-¡Bien sea venido la flor y la nata de los caballeros andantes!
Y todos, o los más, derramaban pomos de aguas olorosas sobre don Quijote y sobre los duques, de todo lo cual se admiraba don Quijote; y aquél fue el primer día que de todo en todo conoció y creyó ser caballero andante verdadero, y no fantástico, viéndose tratar del mesmo modo que él había leído se trataban los tales caballeros en los pasados siglos.
Sancho, desamparando al rucio, se cosió con la duquesa y se entró en el castillo; y remordiéndole la conciencia de que dejaba al jumento solo, se llegó a una reverenda dueña, que con otras a recebir a la duquesa había salido, y con voz baja le dijo:
-Señora González, o como es su gracia de vuesa merced...
-Doña Rodríguez de Grijalba me llamo -respondió la dueña-. ¿Qué es lo que mandáis, hermano?
A lo que respondió Sancho:
-Querría que vuesa merced me la hiciese de salir a la puerta del castillo, donde hallará un asno rucio mío; vuesa merced sea servida de mandarle poner, o ponerle, en la caballeriza; porque el pobrecito es un poco medroso, y no se hallará a estar solo, en ninguna de las maneras.
-Si tan discreto es el amo como el mozo -respondió la dueña-, ¡medradas estamos! Andad, hermano, mucho de enhoramala para vos y para quien acá os trujo, y tened cuenta con vuestro jumento; que las dueñas desta casa no estamos acostumbradas a semejantes haciendas.
-Pues en verdad -respondió Sancho-, que he oído yo decir a mi señor, que es zahorí de las historias, contando aquella de Lanzarote, cuando de Bretaña vino, que damas curaban dél, y dueñas del su rocino y que en el particular de mi asno, que no lo trocara yo con el rocín del señor Lanzarote.
-Hermano, si sois juglar -replicó la dueña-, guardad vuestras gracias para donde lo parezcan y se os paguen; que de mí no podréis llevar sino una higa.
-¡Aun bien -respondió Sancho- que será bien madura, pues no perderá vuesa merced la quínola de sus años por punto menos!
-Hijo de puta -dijo la dueña toda ya encendida en cólera-, si soy vieja o no, a Dios daré la cuenta; que no a vos, bellaco harto de ajos.
Y esto dijo en voz tan alta que lo oyó la duquesa; y volviendo y viendo a la dueña tan alborotada y tan encarnizados los ojos, le preguntó con quién las había.
-Aquí las he -respondió la dueña- con este buen hombre, que me ha pedido encarecidamente que vaya a poner en la caballeriza a un asno suyo que está en la puerta del castillo, trayéndome por ejemplo que así lo hicieron no sé dónde, que unas damas curaron a un tal Lanzarote, y unas dueñasa su rocino, y, sobre todo, por buen término me ha llamado vieja.
-Eso tuviera yo por afrenta -respondió la duquesa-, más que cuantas pudieran decirme.
Y hablando con Sancho, le dijo:
-Advertid, Sancho amigo, que doña Rodríguez es muy moza, y que aquellas tocas más las trae por la autoridad y por la usanza que por los años.
-Malos sean los que me quedan por vivir -respondió Sancho-, si lo dije por tanto; sólo lo dije porque es tan grande el cariño que tengo a mi jumento, que me pareció que no podía encomendarle a persona más caritativa que a la señora doña Rodríguez.
Don Quijote, que todo lo oía, le dijo:
-¿Pláticas son éstas, Sancho, para este lugar?
-Señor -respondió Sancho-, cada uno ha de hablar de su menester dondequiera que estuviere; aquí se me acordó del rucio, y aquí hablé dél; y si en la caballeriza se me acordara, allí hablara.
A lo que dijo el duque:
-Sancho está muy en lo cierto, y no hay que culparle de nada; al rucio se le dará recado a pedir de boca, y descuide Sancho, que se le tratará como a su mesma persona"


Ariete Romano


El ariete era usado para romper las puertas o las murallas durante el asedio. En su forma básica estaba formado por un tronco que era cargado por varios soldados. En sus formas más sofisticadas eran impulsados por cuerdas dentro de un marco de madera, al ser mayores de tamaño eran necesarios más soldados para su uso. En el segundo caso este ariete podía estar protegido con cubiertas para evitar ser atacado por los defensores mientras era usado. También se podían apoyar sobre rodillos, dando una mayor velocidad al ariete antes de golpear a su objetivo.

Castros romanos


El ejército romano dominó a la perfección la técnica de la construcción de campamentos, tanto permanentes (stativa) o invernales (hiberna), como para fortificarse para pasar la noche, después de una jornada de marcha. En este último tipo es donde más se demuestra el dominio y la organización, de tal forma que en poco tiempo eran capaces de construir un campamento. Las noticias que poseemos del campamento fundamentalmente son de Polibio, Higinio y César. En muchos casos los campamentos fueron posteriormente el núcleo de origen para muchas colonias romanas, convertidas en ciudades posteriormente, de las cuales algunas aún continúan existiendo, un ejemplo es la colonia de Emerita Augusta, actualmente la ciudad española de Mérida. Por lo general estas colonias iniciaban su expansión cuando arribaban agricultores, generalmente de la plebe, en busca de tierras, o cuando se iniciaba la jubilación de los legionarios, es decir la asignación del titulo de veterano y la concesión de tierras en recompensa por el servicio.

El emplazamiento del campamento dependía de la situación del enemigo, si estaba cerca o no, o si el terreno era accidentado o llano. Generalmente seguían el trazado regular; pero podía ser modificado si las circunstancias lo requerían. Los lugares preferidos eran las pendientes suaves y las llanuras. Si está el enemigo cerca, se orienta hacia él; si no, se busca en la orientación la facilidad del abastecimiento de agua y forraje.

El trazado lo realiza una patrulla, mandada por un tribuno, sirviéndose de la "Groma", que es un instrumento óptico. El trazado interior se marca con banderas, de modo que, cuando llega el ejército, ya sabe cada soldado dónde tiene que situarse y lo que tiene que hacer. El campamento generalmente tiene forma cuadrada; durante el imperio, rectangular; pero puede adoptar otras formas, que no afectan casi a la distribución exterior.

Para la protección del Castro se cavaba en el perímetro trazado por la patrulla un foso –Fossa-, el cual era de tres metros y medio de profundidad. Con la tierra sacada del foso se construía el "Agger", este era un terraplén que cubría, de igual manera, todo el perímetro del campamento. Por último sobre el agger se edificaba el "Vallum", esta era una empalizada hecha generalmente de estacas de madera. Entre el vallum se dejaba una zona de 70 metros aproximadamente, esta era llamada "Intervallum". Este servía en caso de un ataque de las tropas enemigas, no alcanzasen rápidamente las tiendas de los legionarios, además gracias a esto cuando el ejército necesitaba moverse en grandes masas, no había un reducido espacio para hacerlo, también en el intervallum se guardaban los tesoros y botines de las batallas. El campamento internamente se hallaba dividido en una calle que lo atravesaba transversalmente llamada "Via Principalis" o "Cardo Maximus", la función de este camino era unir las puertas laterales, por lo que se ubicaba de norte a sur. La via principalis, a su vez, se encontraba cruzada perpendicularmente por la calle llamada "Decumanus Maximus", esta estaba orientada de oeste a este y unía las puertas llamadas pretorianas y decumanas, puestas más alejadas del enemigo.

En la zona cercana a la puerta pretoria se hallaban instalados en sus carpas los de sangres nobles, los llamados "princeps" dentro del régimen ecuestre. Este lugar era el centro de atención y la parte más destacada del campamento, no solo porque pernoctan allí las clases senatoriales y nobles de la republica, sino porque en ese lugar esta el foro del campamento, la tesorería del campamento, llamada "Cuestorio" porque el capital que allí se encontraba era dado por el Cuestor del lugar proveniente de la legión. Además también estaba el tribunal, centro de los altares a las divinidades romanas dentro del campamento. A ambos lados de este núcleo se situaban la caballería y las tropas de prestigio; detrás las tropas auxiliares y, delante, las tiendas de los tribunos y los legados. Esta zona comprendía por tanto, no solo la parte de la puerta pretoriana, sino que llegaba hasta la via principalis. Por ultimo este núcleo cuenta con una calle paralela a la via principalis, llamada "Principia Sociurum".

Finalizando al otro lado de la vía principalis se ubican los legionarios y aliados, estos a su vez se encuentran divididos por un camino llamado "Via Quintana". Ambos grupos se ubican en sus carpas agrupadas en pequeños rectángulos, separados por pequeñas callejuelas llamadas "Strigae". Este tipo de campamento es el general para la republica, por los primeros años del imperio por lo general solo se cambio la distribución de las tropas, quedando los legionarios y auxilias en una zona representada como exterior y los aliados en el interior, y no entremezclados como en el descrito anteriormente. Además conforme Augusto y sus sucesores erigían grandes Limes Romanos, fueron surgiendo nuevos campamentos, hechos de ladrillos y materiales muy pesados, los que contaban en general con torres y estaban unidos a las grandes murallas de defensas que atravesaban el Rin y el Danubio, este fue el origen de los futuros castillos medievales. Interiormente la distribución de las tropas no cambió, pero al erigirse semejantes estructuras si se refinaron las tiendas y otros implementos internos.

30 agosto 2007

Descripción de la Ballista Romana por Vitrubio



Arquitecto e ingeniero romano, n. en fecha desconocida, pero contemporáneo de Augusto (s. I d. C.); no se sabe apenas nada de su vida. Se le supone nacido en Verona, donde consta que ejerció como arquitecto un Lucio Vitrubio Cerdone, tal vez liberto suyo; recientemente se le ha identificado con un tal Mamurra, proefectus fabrum de César, pero es más que dudoso que así sea.
Fue ingeniero militar bajo Augusto, aunque no conocemos construcciones suyas. Parece que, según sus instrucciones, se levantó una basílica in fanum. Debe su fama al tratado didáctico De architectura, en 10 libros, que ha conservado la técnica de la arquitectura y de la ingeniería del helenismo; escrita a fines de su vida, apareció hacia el 25 a. C., dedicada al Emperador .


" Dejo explicada la construcción, partes y proporciones de las catapultas. Las de las ballestas son varias y diferentes aunque todas para un efecto mismo: porque unas operan con palancas y ejes, otras con polispastos, otras con árganos, y algunas también con tímpanos: pero ninguna ballesta se construye sino con la debida proporción a la piedra que debe arrojar: por lo cual no es para todos su construcción, sino sólo para los prácticos en Aritmética, a lo menos en el numerar y multiplicar. Porque se hacen en los capiteles los agujeros por donde pasan las maromas de cabello principalmente mujeril, o de nervio, las cuales se proporcionan en resistencia a la gravedad de la piedra que hubiere de tirar la ballesta; como en las catapultas se toma de la longitud del dardo.
Pero para que aún aquellos que ni supieren Geometría ni Aritmética puedan construirlas, y en tiempo la hostilidad no se hallen embarazados en calculaciones, pondré lo que tengo experimentado yo mismo en la práctica, y lo que en parte me enseñaron mis maestros; reduciendo las notas de los pesos griegos a los nuestros."
" La ballesta que debe arrojar una piedra de dos libras, el agujero de capitel tendrá 5 dedos de diámetro. Si de cuatro libras, tendrá 6. si de seis libras, tendrá 7 dedos el agujero. De diez libras, tendrá 8 dedos. De veinte libras, 10 dedos. De cuarenta libras 12 dedos y S K. De sesenta libras, 13 dedos y una octava parte de dedo . De ochenta libras, 15 dedos. De ciento y veinte libras I pie y S, y dedo y medio . De ciento y sesenta libras, 2 pies. De ciento y ochenta libras, 2 pies y V dedos. De doscientas libras, 2 pies y VI dedos. De doscientas y diez libras, 2 pies y 7 dedos. De doscientas y cincuenta libras, 2 pies y 11 dedos y S. Establecida la magnitud del agujero, se describirá el escudo, llamado en griego perítretos, la longitud del cual será 2 agujeros y Fz: la anchura dos y un sexto. La línea tirada se dividirá por medio, y después se robarán los extremos de su figura, a fin de quede oblicua en una sexta parte a lo largo y a lo ancho sobre el ángulo una cuarta parte. En el sitio de su curvatura donde se alargan los ángulos, se oblicuan los agujeros, y la contracción en ancho dobla hacia dentro una sexta parte. El agujero se hará tan oblongo cuanto fuere el grueso del epizige; y después se dividirá su periferia para formar la curvatura suavemente definida . Su grueso será de SF de agujero. Háganse los argollones de 2 diámetros y: - del agujero: anchos I S9 ; y gruesos, exclusa la parte que entra en el agujero, I S: al extremo serán anchos I agujero y r. La longitud de las pilastras será de 5 agujeros y S y r: la curvatura medio agujero; y el grueso una u y una 60 parte del agujero. A la anchura del medio junto al agujero descrito, se añadirá en anchura y grueso una quinta parte de agujero; en altura una cuarta parte. La longitud de la regla que va en la mesa será de 8 agujeros su latitud y grueso medio agujero. La del encaje 2 agujeros y z : el grueso 1 agujero y 99 . La curvatura de la regla rsk. La misma anchura y grueso tendrá la regla de fuera; pero su longitud cuanta diere el ángulo en la descripción; y la anchura de la pilastra hacia donde se curva, K. Las reglas de arriba serán iguales a las de abajo K. Los travesaños de la mesa serán uu K de agujero. La longitud del fusto del climaciclo será de 13 agujeros; su grueso 3 K.
El intervalo del medio un cuarto de agujero : grueso un ochavo y un K. La parte del climaciclo superior próxima a los brazos, y unida a la mesa, se dividirá en toda su longitud en cinco partes: dos de ellas se darán a la pieza que los griegos llaman chêlon : a la anchura un r, al grueso un 9 ; y a la longitud 3 agujeros y medio y un K. El relieve del chêlon será S agujero: el del plinthígono una z y in sicilico de agujero. El axôn, llamado frente transversal, será de tres agujeros . La anchura de las reglas interiores de un r de agujero: el grueso una z y K. En el chêlon va el replum que cubre la grapa, y es de un K. La anchura del fusto del climaciclo será de z: el grueso 12 agujeros y K. El grueso del cuadrado que está a los climaciclos será F de agujero: a los extremos un K. El diámetro del eje redondo será igual al del chêlo: hacia las clavijas será de una S, menos una décima sexta parte K.
La longitud de las antérides será de F II9 agujeros: su latitud en lo bajo un r; y su grueso arriba zK. El basamento llamado eschâra tendrá de largo agujeros: el antibasamento 4 agujeros: el grueso y ancho de entrambos será de agujeros. A la mitad de la altura K se encaja la columna: su latitud y grueso será I y S: la altura no se proporciona con el agujero, sino que se la da la precisa al uso. La longitud del brazo será de 6 agujeros: el grueso en la raíz de un agujero: al extremo F.
Esta es la conmensuración que creí más expedita para la construcción de las ballestas y catapultas: trataré ahora del mejor modo con que podré explicarme con la pluma, de la práctica de armarlas al disparo, con las maromas de cabello o nervio torcido."
(VITRUBIO)

Artilleria romana


 Los romanos, como tantas otras cosas, copiaron de los griegos gran parte de su arsenal artillero .Los romanos perfeccionaron estas armas y consiguieron aprovechar al máximo estas terroríficas armas y con otras de nueva creación sembraron de terror y caos las tierras bárbaras.
Julio Cesar fue el primer general en utilizar la artillería masivamente en campo abierto. Con cuerpos de madera, la mayoría de las máquinas se basaban en la utilización de la torsión de grandes madejas de fibras, nervios, tendones, o crines de animales como fuerza impulsora para el lanzamiento de dardos o grandes piedras. Desde los tiempos de Julio Cesar en las Galias hasta Aecio en los Campos Cataláunicos frente a Atila la artillería romana fue una pieza fundamental en el avance romano frente a los bárbaros que no llegaron a comprender el papel fundamental de estas máquinas en la estrategia guerrera.

Ballista: arma principal del ejército romano, lanzaba piedras en una trayectoria relativamente horizontal. El peso de los proyectiles variaba entre el ligero de poco más de medio kilo, al de 800 g que podría alcanzar alrededor de los 180 metros. También se han encontrado proyectiles con calibres de 6,4 kg a 50 kg, hasta el gigante de 75 kg. Disponían de una por cohorte (10 por legión).

Onager: era una máquina que lanzaba piedras con una honda. Aunque era conocido desde los primeros tiempos no se extendió su uso hasta bien entrado el imperio. La razón puede ser debida a que la ballista era más eficaz a pesar de que fuese más complicada de fabricar y mantener. El onager era un arma de sitio más que un arma para el campo de batalla. Existía otro más grande, el onagri que era el doble de grande. Cuando el brazo lanzase la piedra, esta describiría una parábola parecida a la que realiza un mortero actual. Se estima que su alcance sería de unos 30 m. Disponían de tres por legión.

Scorpio: era un arma que arrojaba flechas. Esta tenía un cuerpo metálico, si bien en un principio fue de madera y más voluminoso. El tamaño de las flechas no llegaba a los 70 cm. Su alcance máximo sería de poco más de 350 m, pero naturalmente un disparo eficaz tuvo que ser inferior, en todo caso a corta y media distancia el proyectil sería capaz de hacer inutilizable un escudo, o de ser letal para un enemigo sin protección. Se estima que cada centuria disponía de una, lo que hace un número de 59 por legión.


15 agosto 2007

Suintila, el rey de los pobres


Corría la primavera del año 621 cuando accedió Suintila al trono, primogénito del rey Recaredo y yerno del también rey Sisebuto este bravo guerrero como general había dirigido las campañas más sangrientas contra los bizantinos arrasando parte de la Bética y Cartago Nova. En estas operaciones alcanzó la fama necesaria para reclamar el trono sin oposición y una vez que llegó a él, siguiendo su espíritu guerrero lanzó una campaña terrible contra los vascones aplastando la perenne rebeldía de estos hacia los godos .Aplastados los vascones centro sus esfuerzos guerreros en los bizantinos y tras cuatro años de guerra consiguió expulsarlos definitivamente de la península con lo que consiguió reunificar la antigua Hispania bajo el mando godo. Con la península unificada y pacificada Suintila se centro en la administración de su reino, y las medidas que tomó causaron una autentica revolución. Desposeyó de sus riquezas a numerosos nobles y repartió las tierras entre el pueblo., anuló el poder del clero confiscando sus bienes que pasaron a administración real y dictó las primeras leyes que regían el tránsito de personas y cosas. Después de limar los privilegios de la nobleza y clero intento crear una línea sucesoria (la elección real entre los godos se realiza por acuerdo entre los nobles influyentes), y esto fue la gota que colmó el vaso, la sublevación estaba servida.
El duque Sisenando fue el cabecilla de la revuelta y con el apoyo de casi la totalidad de la nobleza y el clero dirigió un ejército desde la Narbonense hacia Toledo. Suintila intentó pararle en Cesaraugusta pero fue en vano, sus hombre huyeron tras ver la superioridad rival y Suintila tuvo que huir. En Toledo fue depuesto, privado de sus bienes y excomulgado. Este rey que increíblemente reinó para los pobres sus últimos días los pasó encerrado en un monasterio de Toledo escuchando los gritos de desesperación de la gente humilde.
Los nobles y el clero celebraron el ascenso del duque Sisenando con la alegría de quien vuelve a mandar bajo el manto de la tiranía, corrupción y miseria que caracterizó la época medieval

08 agosto 2007

¡Sed Ecuánimes!


Antonino es uno de los grandes emperadores romanos y también uno de los grandes desconocidos. Nos gusta recordar a los guerreros, alabar a los conquistadores y olvidar a los hombres de paz y buenos gestores.
De origen galo y criado bajo el manto político del senado este hombre de letras y paz alcanzo el manto púrpura gracias a su inteligencia y conocimientos, Adriano lo adoptó por su preparación.
Antonino fue un emperador de agradable trato con todo el mundo y un autentico revolucionario político, cuando se reafirmó en el cargo gracias a la elevación de Adriano a los altares y controlado cierto grupo de senadores guerreros, emprendió unas reformas liberales que fomentaron la mayor prosperidad romana en su historia, dictó constituciones que favorecieron la agilidad burocrática y como buen jurista socavó los cimientos sociales conservadores con sus leyes jurídicas, la mujer recibió la facultad de testar y consiguió derechos que la protegían de los maridos, los hijos de las esclavas fueron declaradas personas libres, prohibió el derecho de muerte de los amos sobre los esclavos, prohibió venderlos a los circos, a los prostíbulos y los declaró PERSONAS con lo cual dejaron de ser cosas de uso romano.
Este nobel de la paz injustamente olvidado recibió el sobrenombre de piadoso en sus veintitrés años de reinado; consagrado como dios hizo el último viaje desde su finca de Etruria a su templo romano bajo el agua de los lloros esclavos.
“Sed Ecuánimes” fueron las últimas palabras que le dijó a su tribuno antes de ir a encontrarse en el Olimpo de los dioses con su querida Faustina. Roma con las arcas saneadas y repletas lo despidió con una lluvia de pétalos, las mujeres le acercaron parte de salma a su retiro celestial, los esclavos su corazón, los hombres de paz su espíritu.
¡Salve Antonino!

02 agosto 2007

Retrato de Lisi que traía en una sortija




En breve cárcel traigo aprisionado,
con toda su familia de oro ardiente,
el cerco de la luz resplandeciente,
y grande imperio del amor cerrado.


Traigo el campo que pacen estrellado
las fieras altas de la piel luciente,
y a escondidas del cielo y del Oriente,
día de luz y parto mejorado.


Traigo todas las Indias en mi mano,
perlas que en un diamante por rubíes
pronuncian con desdén sonoro hielo;


y razonan tal vez fuego tirano,
relámpagos de risa carmesíes,
auroras, gala y presunción del cielo.

(Quevedo)

01 agosto 2007

Vias Romanas

  
El mundo antiguo no esperó el auge de Roma para implantar grandes vías de comunicación. La leyenda incluso atribuye a Heracles "patrón de los geómetros" la paternidad de la primera gran carretera desde el delta del Guadalquivir hasta Reggio de Calabría. Más allá de esta creación mítica, la arqueología y algunos relatos antiguos prueban la existencia de une vía heraclea que será retomada por las vás romanas (Vía Augusta, Vía Domitia, Vía Aurelia…). La superposición de los trazados es una constante que se encuentra en casi toda la cuenca mediterránea.
La red de las vías romanas se establece a partir de la República ya que la vía más antigua es la Vía Appia (312 a. J.C). De esta época data la mayor parte de la red de la península italiana: vía Aurelia (241 a. J.C), vía Postumia (148 a. J.C), vía Emilia Scauri (109 a. J.C). Algunas redes unen la red italiana a las provincias: vía Domitia (118 a. J.C) en Galia Narbonesa o via Egnatia (146 a. J.C) en los Balcanes. Por definición, aislada de la red continental, una vía romana se establece en la costa oriental de Córcega, al final de la República (hacia 50 a. J.C).
La increíble red de 100.000 km de vías(comparada por algunos historiadores a un pulpo) se extiende por toda la cuenca mediterránea y en gran parte de Europa y será implantada durante el Imperio. Augusto mandará construir la vía Claudia Julia Augusta en Italia (13 a. J.C) y la vía Augusta (8 a. J.C), Tiberio forjará la red africana, Trajano realizará la red balcánica, Adriano obrará par una red británica.
Los nombres de las vías se deben a sus constructores. En la República son los cónsules o los censores los que ordenan las obras, así: Appius Claudius Caecus (vía Appia), Caius Aurelius Cotta (vía Aurelia), Caius Flaminius Nepos (vía Flaminia), Spurius Postumius Albinus (vía Postumia), Marius Emilius Scaurus (vía Emilia Scauri), Cneius Domitius Ahenobarbus (vía Domitia), Gnaeus Egnatius (vía Egnatia). Posteriormente se darán a las vías los nombres de los emperadores que decidieron de la construcción: Augusto (vía Julia Augusta y vía Augusta), Séptimo Severo (vía Severiana).
Las vías romanas siguen los trazados más rectilíneos posibles pero a veces hacen un rodeo atendiendo a las necesidades de seguridad o por razones técnicas (barrancos, ríos, pantanos que franquear). Numerosas obras de arte tuvieron que ser edificadas. Los ejemplos de los puentes no faltan: puente de Carmona (vía Augusta), puente de Julien (vía Domitia), puente delle Alte (vía Julia Augusta) y también puente de Narni (vía Flaminia). En ocasiones se edifican obras de arte más complejas tales como el puente acueducto de Pontel (vía delle Galle). Puertas monumentales dan a veces entrada a ciudades atravesadas por una vía: puerta de Carmona (vía Augusta), puerta de Augusta en Nîmes (vía Domitia). Lugares amurallados marcan las vías de puntos estratégicos como en Ambrussum (vía Domitia) o en Cluses, en el punto de cruce de la vía Augusta con la vía Domitia. Ocasionalmente, incluso se conmemora un evento con un monumento como en Panissars (trofeo de Pompeya en la vía Domitia). Así mismo se encuentran numerosas necrópolis o monumentos funerarios a lo largo de las vías, fuera de las paredes de las ciudades (vía Augusta, vía Flaminia, vía Severiana, vía Appia…).
Los que tomaban estas vías de comunicación conocían las distancias que les separaban de su próxima etapa o de su lugar de encuentro mediante mojones millares (los Romanos contaban en millas y no en kilómetros). Aún hoy en día pueden verse mojones millares en los trazados de la mayoría de las vías y en particular en la vía Augusta, la vía Julia Augusta, la vía Postumia, la vía Egnatia. La lentitud de los desplazamientos en recorridos de varios cientos de kilómetros requería el uso de los albergues o posadas: elementos arqueológicos que permiten hoy hacerse una idea de lo que eran estos lugares de acogida (via Flaminia, via Egnatia).
El conocimiento de la historia y de la organización de las vías romanas es todavía muy imperfecto. Las investigaciones arqueológicas que se llevan a cabo en casi toda Europa permitirán sin duda avances importantes. Quizás también tengamos la suerte de acceder a nuevos documentos descriptivos que vengan a completar la documentación existente, que ya es clásica: mesa de Peutinger, vasos de Vicarello, itinerario de Antonino…
(Vias romanas del mediterraneo)

Gordiano ,el poeta africano


Con ochenta años cabalgaba hacia Cartago un anciano guerrero con la duda en su cabeza y en su alma, en sus escritos la divinidad imperial era vestida por otro espíritu, el cielo era espacio reservado a otra ave, la vía púrpura era camino de otra alma…..
Perteneciente a la familia de los Gracos este noble ecuestre y hábil administrador fue ascendiendo socialmente hasta que con las habituales corruptelas entró en el senado romano. Rico y buen retórico, sin embargo prefirió el ejército como eje de su vida, comandante de la IV Legión Escita tuvo que lidiar con sirios y demás pueblos belicosos del Oriente Medio. Después de unas cuantas matanzas y de saquear a sirios y cualquier comerciante que asomara la cabeza por esa tierra, fue ascendido a gobernador de Britania con el objetivo de apaciguar a los siempre inquietos britanos, aficionados cada cierto tiempo a sublevarse contra el poder imperial. Más tarde fue elegido cónsul y después edil, cargo que aprovechó para ganarse el favor de la plebe invirtiendo gran parte del dinero que consiguió en Britania, en juegos y demás actividades populares. Elegido pro-cónsul por Alejandro Severo fue destinado al gobierno de África, y en África contemplado el ocaso sahariano le informaron del asesinato de Severo por Maximino y el ascenso al trono de este. Con la lealtad de legionario se opuso a este golpe de estado y encabezo la revuelta contra el impopular Maximino.
En Roma el prefecto de Maximino era asesinado mientras el senado romano mostraba su apoyo a Gordiano nombrándole emperador con el sobrenombre de El Africano. En la mayoría de las provincias El Africano era vitoreado y él cruzaba las puertas de Cartago como ese castigado legionario a vuelta de una victoria. Con el palacete lleno de profesionales del amor y placer, bajo el influjo del vino peleón siciliano, Gordiano fijaba su mirada en el mar y descubría en el fondo como telón teatral a su querida Roma inundada de vítores hacia él y sus legiones, pero también oía los ecos de rebelión a sus espaldas de la vecina Numidia, leal a Maximino y que con unas cuantas legiones de veteranos pondría fin a las dudas y alegrías de este viejo guerrero.
Treinta y seis días fue emperador, tras conocer la muerte de su hijo en las arenas africanas su alma de poeta inundó ese viejo cuerpo legionario y decidió dejar de vivir.
Tras su muerte se dieron a conocer sus obras literarias que asombraron a propios y extraños, y que descubrieron que tras la coraza del militar se escondía un alma de escritor.