01 agosto 2007

Vias Romanas

  
El mundo antiguo no esperó el auge de Roma para implantar grandes vías de comunicación. La leyenda incluso atribuye a Heracles "patrón de los geómetros" la paternidad de la primera gran carretera desde el delta del Guadalquivir hasta Reggio de Calabría. Más allá de esta creación mítica, la arqueología y algunos relatos antiguos prueban la existencia de une vía heraclea que será retomada por las vás romanas (Vía Augusta, Vía Domitia, Vía Aurelia…). La superposición de los trazados es una constante que se encuentra en casi toda la cuenca mediterránea.
La red de las vías romanas se establece a partir de la República ya que la vía más antigua es la Vía Appia (312 a. J.C). De esta época data la mayor parte de la red de la península italiana: vía Aurelia (241 a. J.C), vía Postumia (148 a. J.C), vía Emilia Scauri (109 a. J.C). Algunas redes unen la red italiana a las provincias: vía Domitia (118 a. J.C) en Galia Narbonesa o via Egnatia (146 a. J.C) en los Balcanes. Por definición, aislada de la red continental, una vía romana se establece en la costa oriental de Córcega, al final de la República (hacia 50 a. J.C).
La increíble red de 100.000 km de vías(comparada por algunos historiadores a un pulpo) se extiende por toda la cuenca mediterránea y en gran parte de Europa y será implantada durante el Imperio. Augusto mandará construir la vía Claudia Julia Augusta en Italia (13 a. J.C) y la vía Augusta (8 a. J.C), Tiberio forjará la red africana, Trajano realizará la red balcánica, Adriano obrará par una red británica.
Los nombres de las vías se deben a sus constructores. En la República son los cónsules o los censores los que ordenan las obras, así: Appius Claudius Caecus (vía Appia), Caius Aurelius Cotta (vía Aurelia), Caius Flaminius Nepos (vía Flaminia), Spurius Postumius Albinus (vía Postumia), Marius Emilius Scaurus (vía Emilia Scauri), Cneius Domitius Ahenobarbus (vía Domitia), Gnaeus Egnatius (vía Egnatia). Posteriormente se darán a las vías los nombres de los emperadores que decidieron de la construcción: Augusto (vía Julia Augusta y vía Augusta), Séptimo Severo (vía Severiana).
Las vías romanas siguen los trazados más rectilíneos posibles pero a veces hacen un rodeo atendiendo a las necesidades de seguridad o por razones técnicas (barrancos, ríos, pantanos que franquear). Numerosas obras de arte tuvieron que ser edificadas. Los ejemplos de los puentes no faltan: puente de Carmona (vía Augusta), puente de Julien (vía Domitia), puente delle Alte (vía Julia Augusta) y también puente de Narni (vía Flaminia). En ocasiones se edifican obras de arte más complejas tales como el puente acueducto de Pontel (vía delle Galle). Puertas monumentales dan a veces entrada a ciudades atravesadas por una vía: puerta de Carmona (vía Augusta), puerta de Augusta en Nîmes (vía Domitia). Lugares amurallados marcan las vías de puntos estratégicos como en Ambrussum (vía Domitia) o en Cluses, en el punto de cruce de la vía Augusta con la vía Domitia. Ocasionalmente, incluso se conmemora un evento con un monumento como en Panissars (trofeo de Pompeya en la vía Domitia). Así mismo se encuentran numerosas necrópolis o monumentos funerarios a lo largo de las vías, fuera de las paredes de las ciudades (vía Augusta, vía Flaminia, vía Severiana, vía Appia…).
Los que tomaban estas vías de comunicación conocían las distancias que les separaban de su próxima etapa o de su lugar de encuentro mediante mojones millares (los Romanos contaban en millas y no en kilómetros). Aún hoy en día pueden verse mojones millares en los trazados de la mayoría de las vías y en particular en la vía Augusta, la vía Julia Augusta, la vía Postumia, la vía Egnatia. La lentitud de los desplazamientos en recorridos de varios cientos de kilómetros requería el uso de los albergues o posadas: elementos arqueológicos que permiten hoy hacerse una idea de lo que eran estos lugares de acogida (via Flaminia, via Egnatia).
El conocimiento de la historia y de la organización de las vías romanas es todavía muy imperfecto. Las investigaciones arqueológicas que se llevan a cabo en casi toda Europa permitirán sin duda avances importantes. Quizás también tengamos la suerte de acceder a nuevos documentos descriptivos que vengan a completar la documentación existente, que ya es clásica: mesa de Peutinger, vasos de Vicarello, itinerario de Antonino…
(Vias romanas del mediterraneo)