23 diciembre 2007

La botica de Al-andalus, II parte


El berberis (Berberis vulgaris)  es un arbusto que se sigue utilizando en la medicina natural con el nombre de agracejo. Hoy en día la infusión de bayas o raíces se usa contra diarrea, indigestión, problemas de hígado y vesícula biliar e infecciones del tracto urinario. Los árabes empleaban el jugo de la corteza de la raíz como antiséptico y reparador.

Corteza de la raíz del berberís

Su jugo, extraído mediante cocción, tiene la misma utilidad que el cambrón. Si se hacen enjuagues bucales con su cocimiento, es muy conveniente contra cualquier tipo y variedad de pústula labial. Si se deja macerar en agua de rosas y se instila en los ojos, deseca su humedad y es útil contra las marcas de la oftalmia crónica. Usado antes de que aparezca la oftalmia, protege los ojos. Si su cocimiento se utiliza en forma de lavativa, conviene contra las úlceras sucias de los intestinos.


Hoy en día la sabina  (Juniperus sabina)  no se usa en la medicina natural, pero en la antigüedad fue muy popular como reguladora de la menstruación y remedio abortivo ingerida en grandes dosis.

Sabina

Si se desgrana junto con higos secos, y con todo ello se hace un emplasto con el que se vendan los miembros que estén rígidos, es de una utilidad manifiesta. Para hacer bajar la regla de manera eficaz ha de beberse una dosis de dos a tres adarmes, una vez machacada y mezclada con miel. No ha de administrarse a las mujeres de temperamento caliente ni ha de colocarse en las partes íntimas inferiores.

Las cidras (Citrus medica)  se utilizan para la fabricación de confituras y licores. Se cultivan sobre todo por su cáscara, generalmente confitada y empleada en repostería. Los árabes además del uso fármaco que le dieron la utilizaron para aliñar aceitunas de mesa.

Cidro

El ácido del cidro le abre el apetito a las personas de temperamento caliente, y es útil contra la melancolía engendrada por la inflamación de la bilis.