25 noviembre 2007

Catulo, el poeta rebelde (Final)


En una época donde se vivía muy rápido, Catulo vivió demasiado deprisa y su cuerpo no aguantó. No sabemos si murió en los brazos de una profesional del amor o en la taberna donde la nueva generación de escritores se reunían para ahogar sus penas con abundante licor romano y exponer sus ideas sobre la sociedad, política y cultura, o quizás en una callejuela maloliente de la ciudad eterna en una noche festiva.
Una nueva forma de poesía nació con Catulo, él desarrollo la nueva elegía romana. Su poesía sincera con gran intensidad narrativa fue la base para las futuras generaciones de escritores romanos que vieron en Catulo, después de muerto, el gran genio que fue.

“Que es igual a un dios me parece aquel
(y que supera a los dioses, si es lícito)
que sentado frente a ti, sin cesar,
observa y escucha cómo
ríes con dulzor, lo que me arrebata
los sentidos, mísero: Lesbia,
en cuanto te veo, ya no me queda
ni un hilo de voz,
la lengua se torna torpe, y a manar
comienza una llama bajo mis miembros;
me zumban los oídos y una noche
doble cubre mis ojos.
El ocio, Catulo, te es muy molesto;
en el ocio te exaltas e impacientas.
El ocio ya perdió antes muchos reyes
y ciudades felices.”

Fue crítico con los conservadores intelectuales romanos, con la jerarquía patricia que acumulaba el poder, y se enfrentó duramente con Cesar. Mezclo sentimientos opuestos combinando belleza con grosería, y lo poco que nos ha quedado de sus escritos demuestra ante todo su honradez y su sinceridad. Fue un poeta adelantado a su tiempo, un incomprendido objeto de burla por parte de sus contemporáneos y fruto de admiración por parte de sus descendientes.

“Odio y amo. Por qué lo haga me preguntas tal vez.
No sé (pero siento cómo se hace y me torturo).”

Roma que se expandía generando una nueva forma de sociedad despidió a Gaius Valerius Catullus sin llegar realmente a disfrutarlo. En el año 54 a. d. C. un poeta desaparecía dejando el mito de su figura y sus escritos para que el futuro descubriera su mensaje. Catulli Carmina es el único testamento que nos ha quedado de su obra, pero su esencia aun sobrevuela inspirando a bohemios y rebeldes sin causa de las letras que escriben bajo la tutela de ese poeta que recorrió los rincones de Roma en busca de su yo y su sentido en ese mundo que empezaba a cobijar bajo su manto la civilización mediterránea, base de la civilización actual. La grandeza de Catulo está en la vigencia de su poesía transcurridos 2000 años.

“Me propones, vida mía, que este amor
que hay entre nosotros sea dichoso y perpetuo.
Grandes dioses, haced que pueda prometer verdaderamente,
y que lo diga con sinceridad y desde el alma,
para que nos sea permitido continuar toda la vida
este pacto eterno de sagrada amistad.”

Fuentes:
Catulli Carmina
Cayo Valerio Catulo: poesías completas. José María Alonso Gamo
Catulo y Lesbia. Leonor Silvestri
Historia de la literatura romana. volumen I. Albrecht von, Michael
Historla de la literatura romana. L.Bieler