26 septiembre 2007

Las Guerras Cántabras (el final)




Guerra de guerrillas

Antes de la ofensiva final Augusto cayó enfermo y tuvo que retirarse a Tarragona legando la jefatura de las operaciones al general Cayo Antistio, quien practicando una guerra de exterminio, arrasando castros y esclavizando a los moradores sometió las tierras cántabras.
Con Augusto en Tarragona C. Antistio y Carisio planearon un ataque conjunto a los astures de estrategia similar a la operación cántabra. Dos ejércitos avanzarían paralelamente desde el sur y en el norte la flota con refuerzos tomaría la costa y avanzaría hacia el sur para rodear a los astures. Tras numerosas batallas y alguna traición entre los propios astures, los romanos acorralaron a los rebeldes astures en Mons Medillius, la batalla final se decidiría ahí.
Lo romanos cavaron un foso alrededor para impedir la salida de los astures y sometieron el sitio a un bloqueo hasta acabar con la resistencia astur que acabó rindiéndose, aunque algunas crónicas nos indican que muchos astures se suicidaron heroicamente antes de caer en manos romanas para ser vendidos como esclavos.
Augusto vencedor partió para Roma para recibir los honores del vencedor y allí proclamó solemnemente la pacificación del Imperio con el ostensible gesto de cerrar en Roma las puertas del templo de Jano, al tiempo que encargaba la construcción de un templo a Júpiter Tonante, por haberle librado de caer fulminado por un rayo en uno de los episodios más fabulosos de esta contienda.
Pero la realidad era otra, cántabros y astures habían perdido la guerra, pero no estaban dispuestos a ser colonizados y ante la presencia romana en sus tierras comenzaron una guerra de guerrillas que cada cierto tiempo se convertía en una revuelta general. Los romanos reaccionaron ejerciendo una política colonial de una gran dureza, castigando las revueltas con crueles represalias: aldeas enteras eran arrasadas y todos sus habitantes convertidos en esclavos. Esta guerra de exterminio tuvo su punto final con la revuelta de los esclavos cántabros que asesinando a sus dueños volvieron a su tierra para combatir contra los romanos. Augusto ante la gravedad de la situación mandó a su yerno y heredero Agripa, por entonces el general más prestigioso romano, para sofocar la rebelión. Tras una intensa campaña Agripa derrotó definitivamente a los cántabros.
Atrás quedaban diez años de guerra despiadada y los últimos vestigios de cultura íbera engullida por la nueva civilización romana.

Fuentes:
Los Cántabros yAstures y su guerra con Roma . SCHULTEN,A.,
Las guerras cántabras. ROLDÁN HERVÁS José Manuel