Ésta fue la curiosa teoría planteada por H. Dubs en un libro aparecido en 1957. En él argumentaba que a finales de la primera dinastía Han (206 a.C.-24 a.C), un grupo de cautivos romanos había establecido una ciudad en los confines del imperio chino. Su primera referencia fue un registro catastral de ciudades y condados chinos correspondiente al año 5 d.C. y en el que aparecía el nombre de Li-hsien. Este nombre, según fuentes chinas, era empleado como sinónimo de Ta T'sin, término que se aplicaba al Imperio Romano. Tal denominación estaría relacionada con el mar Mediterráneo, donde los chinos suponían que existía un imperio tan extenso como el suyo y al que hace referencia el adjetivo Tá (grande). Li-hsien sería, en definitiva, un intento de transliteración de Alejandría que, finalmente se asimilaría con la propia Roma y Bizancio posteriormente. Otros dos nombres extranjeros de ciudades aparecían en el registro antes mencionado: Kucha y Wen-siu, las cuales sabemos que fueron llamadas así por emigrantes que vivieron en ellas. De este hecho se desprende una lógica conclusión: si Kucha y Wen-siu deben su nombre a extranjeros, Li-hsien se encontraría en la misma situación y si este nombre es equivalente a Ta-T'sin y éste era utilizado para designar al Imperio Romano, Li-hsien fue ocupada por gentes procedentes del mismo. Un hecho más viene a sustentar esta tesis. Cuando tras los desórdenes producidos al final de la dinastía de los primeros Han, Wang Mang se hizo con el poder (9 d.C.-23 d.C), se procedió a una rectificación de nombres, de modo que Li-hsien pasó a denominarse Jie-lu, que para H.Dubs puede ser traducido como «Cautivos la elevaron»; esto significaría, aparentemente, que Li-hsien fue un asentamiento de romanos, aunque no de emigrantes, sino de prisioneros de guerra.
Proximamente: ¿Como llegaron los legionarios romanos a China?
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